7 Cubanos Desconocidos que se Hicieron a Sí Mismos en el Extranjero
Mucho se habla de cubanos que heredaron fortunas o encontraron el éxito gracias a conexiones familiares. Pero hoy queremos destacar a esos nombres poco conocidos, emprendedores y trabajadores que empezaron de cero en tierra ajena y construyeron sus propios imperios, modestos o grandes, con esfuerzo y visión.
Yilian Romero (España): Llegó a Madrid como empleada del hogar, y hoy es dueña de tres apartamentos que alquila por Airbnb. Aprendió sobre bienes raíces en YouTube, ahorró euro a euro y se convirtió en inversionista inmobiliaria en solo 6 años.
Carlos Peña (Canadá): Exprofesor en Cuba, empezó como lavaplatos en Toronto. Luego se certificó como técnico en refrigeración, abrió su propia empresa y ahora contrata a otros migrantes latinos. Su empresa factura más de 250 mil dólares al año.
Ana Luz Delgado (Chile): Empezó vendiendo comida cubana desde su cocina y hoy tiene un pequeño restaurante en Santiago llamado "Sabor a Isla". Además, emplea a otras dos cubanas que llegaron después que ella.
Luis Ernesto Pupo (Uruguay): Trabaja como diseñador freelance. Aprendió diseño gráfico online tras emigrar y hoy tiene clientes en Estados Unidos y Europa. Genera ingresos mensuales superiores a lo que ganaba en un año en Cuba.
Marianela Otaño (Italia): Estilista sin título que comenzó cortando pelo a vecinos. Se hizo popular entre la comunidad latina en Milán, luego entre italianos, y hoy tiene su propio salón con dos empleados y clientela fiel.
Roberto y Dunia (México): Pareja que migró con un hijo pequeño. Vendían pastelitos en una plaza de Mérida y hoy dirigen una microempresa de catering para eventos cubano-mexicanos. Tienen hasta pedidos corporativos y participan en ferias gastronómicas.
Estas personas no aparecen en titulares ni tienen millones de seguidores, pero sus historias reflejan una verdad poderosa: el cubano común puede abrirse camino y triunfar sin padrinos, solo con inteligencia, disciplina y resistencia.
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